Contamos con una larga trayectoria en la investigación en metodologías activas que nos ha llevado a estudiar pedagogías como Montessori, Waldorf, Reggio Emilia, Rebeca Wild, etc.
Proponemos un enfoque propio Concepcionista desarrollado y consolidado a lo largo de los años que comparte y se inspira en muchos aspectos de estos métodos, pero que tiene identidad propia.
Promovemos una pedagogía respetuosa, cuidando los ritmos de cada uno de nuestros alumnos a través de una observación sistemática y profesional por parte de nuestros educadores para descubrir el momento evolutivo en el que se encuentra cada niño en cada momento. La atención del profesor nunca va dirigida a la comparación entre niños: cada niño es único y especial y se miden sus progresos con respecto a él mismo.
En esta etapa nos centramos en potenciar la curiosidad y el pensamiento creativo y en proporcionar ambientes de aprendizaje preparados minuciosamente para que el niño construya su propio aprendizaje.
La educación Primaria se concibe como una continuidad de la experiencia que viven nuestros alumnos en Infantil. En esta etapa nos centramos en seguir potenciando la creatividad, ofreciendo un abanico de recursos y estrategias que permitan al niño de forma autónoma descubrir el mundo sin perder su capacidad de asombro innata.
Ayudamos al niño a descubrir la necesidad de aprender más allá de una motivación extrínseca generada por agentes externos. De esta manera se fomenta el gusto por la lectura y las artes, la capacidad de oratoria, la comunicación en lengua inglesa, la práctica deportiva, el pensamiento lógico-matemático, la investigación a partir de la observación y análisis de datos, el pensamiento crítico y la capacidad creadora.
En esta etapa se acompaña al niño para que siga siendo protagonista de su aprendizaje descubriendo sus capacidades y centros de interés, potenciando aquellos en los que destaca de manera natural y aportándole estrategias para aprender a aprender aquellas áreas por las que no se siente tan atraído en un primer momento.
La característica principal de esta etapa es que los niños descubran que son felices aprendiendo y valoren su aportación a la sociedad, reconociendo la riqueza del trabajo en equipo.
Durante esta fase formativa se han de ir adquiriendo los conocimientos, hábitos y competencias que le permitan dirigirse hacia su siguiente etapa educativa.
En este sentido, el trabajo de todo el equipo docente pretende, además de impartir contenidos, formar jóvenes con valores, que sean autónomos y responsables, con sentido crítico hacia uno mismo y hacia los demás en búsqueda de la Verdad, que valoren el esfuerzo y la satisfacción por los buenos resultados.
Se educa a cada alumno en un clima de libertad, afecto, responsabilidad y confianza con una dimensión abierta al mundo.
Los educadores acompañamos a nuestros alumnos de forma personalizada en su camino de aprendizaje, mirando la persona por encima del alumno, ya que solamente conociendo sus intereses, preocupaciones e inquietudes les podemos dar las herramientas para conseguir sus metas y alcanzar un correcto desarrollo, tanto académico como personal cuidando mucho el aspecto emocional.
La atención personalizada permite adaptar el aprendizaje a las singularidades de cada alumno, maximizando y mejorando notablemente los resultados en todas las dimensiones: física, académica, intelectual, afectiva, social y espiritual.
Uno de los pilares es la confianza entre padres. profesores y alumnos, siendo los padres los protagonistas de las educación de sus hijos.
Preparamos a nuestros alumnos para que puedan afrontar con éxito sus estudios universitarios
En Bachillerato seguimos fomentando el pensamiento crítico y reflexivo, como hemos venido realizando a lo largo de toda la Primaria, siendo el propio alumno quien desarrolla su aprendizaje en un continuo afán por descubrir nuevos conocimientos.
Siempre que sea posible integramos los conocimientos dentro del propio contexto del alumno, proporcionando una realidad práctica aplicable a la vida cotidiana.