Santa Carmen Sallés y Barangueras nace en la ciudad de Vic (Barcelona), el 9 de abril de 1848. Descubre por caminos de Providencia, que la falta de preparación cultural y espiritual, durante la infancia y juventud, conduce a vidas adultas mal planteadas y cierra muchos caminos. Entiende la urgencia de una pedagogía preventiva: “para lograr buenos fines, son necesarios unos buenos principios”, dice ella.
Utiliza una pedagogía nacida del amor, que inspira su camino hacia una educación integral: “enseñar y educar”, educar la mente y el corazón para lograr personas equilibradas, que puedan aunar fe y cultura. El modelo que propone es el de María Inmaculada, la mujer modelada por Dios. De su inspiración nace la propuesta educativa de los Colegios Concepcionistas, iniciados por ella y extendidos hoy por cuatro continentes.Carmen Sallés se dedicó a preparar adecuadamente a las futuras religiosas. En un momento en que las leyes no exigían el título de maestra para enseñar en colegios privados de la Iglesia, puso a las religiosas a estudiar la carrera de Magisterio y la de Piano y las introdujo en el dominio de la lengua francesa.Planteó la educación como un proyecto integral y equilibrado. La niña, la joven, debían desarrollar armónicamente su inteligencia y su corazón. Gastó su vida al servicio de la educación de niños y jóvenes. Empleó todas sus energías en fundar hasta 13 "Casas de María Inmaculada", como gustaba llamar a sus Comunidades y Colegios. Estas fueron: Burgos, Segovia, El Escorial, Madrid, Pozoblanco, Almadén, Valdepeñas, Manzanares, Santa Cruz de Mudela, Murchante, Barajas de Melo, Arroyo del Puerco (hoy de la Luz), Santa Cruz de la Zarza.
Seguirá fiel a su vocación religiosa dedicada a la enseñanza. En 19 años de trabajo, fundará 13 casas y desarrollará un amplio apostolado en colegios en diversas ciudades y pueblos de España. Emergerá la figura de una mujer de gran carácter y de gran dulzura, que supo superar muchas dificultades a lo largo de todo el itinerario de fundadora. Su fe inconmovible y su ardiente caridad van unidas a una gran sensibilidad para la formación cristiana de las mujere, en un tiempo donde surgían presiones laicistas y anticlericales. M. Carmen manifiesta también un gran amor por las niñas más pobres: en efecto, en todas sus fundaciones surgen juntamente las iniciativas para favorecer a las niñas más pobres. Los testimonios ofrecen también pruebas sobre la densidad de su vida interior y de la delicadeza de conciencia con respecto a las experiencias dolorosas pasadas: nunca la oirán lamentarse o hablar mal de nadie o justificar sus propias actitudes" (Positio).También inició los pasos previos para llevar su obra a Italia y Brasil.
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